Por: GILBERTO GONZÁLEZ HERNÁNDEZ.

He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo… ¿una virgen? Así como lo oyes, así sucederá.

Otra anciana de vientre estéril llamada Elizabeth, también concebirá y dará a luz al más grande profeta que la humanidad haya conocido… Juan el bautista. ¿Una anciana estéril? Así como lo oyes. “POR QUE LO QUE ES IMPOSIBLE PARA LOS HOMBRES, PARA DIOS, NADA, ABSOLUTAMENTE NADA ES IMPOSIBLE”.

“Tal vez tú te preguntas ¿cómo harás esto? Lo mismo pregunto María. Y ES QUE LOS MILAGROS NO SE EXPLICAN, NO SE ENTIENDEN CON LA LÓGICA, SE RECIBEN POR FE Y SE DISFRUTAN.”

«María no perdió ni un minuto. Se levantó y viajó a un pueblo en Judá en la colina, directamente a la casa de Zacarías, y saludó a Elizabeth su parienta. Cuando Elizabeth escuchó el saludo de María, el bebé que estaba en su vientre saltó. Ella fue llena y su bebé fue lleno del Espíritu Santo, y cantó extravagante…

Eres bendita entre todas las mujeres,

¡Y el bebé en tu vientre, también bendito es!

¿Y por qué soy tan bendecida que

la madre de mi Señor me visita?

Por que al momento que escuché tu

saludo y entró en mis oídos,

El bebé saltó en mi vientre,

salté como un cordero por pura alegría.

Bendita mujer, que creyó lo que Dios dijo,

¡Creí que cada palabra se haría realidad!

Y María dijo:

Estoy estallando de buenas noticias de Dios;

Estoy bailando la canción de mi Salvador y mi Dios.

Dios puso su mirada en mí y mira lo que pasó—

¡Soy la mujer más afortunada del mundo!

Lo que Dios ha hecho por mí nunca será olvidado,

el Dios cuyo nombre es Santo, aparte de todos los demás.

Su misericordia fluye en ola tras ola

sobre aquellos que están asombrados ante él.

Desarrolló su brazo y mostró su fuerza,

dispersó a los altivos y arrogantes.

Él derribó a los tiranos de sus caballos altos,

Sacó víctimas del barro.

Los pobres hambrientos se sentaron a un banquete;

los insensibles ricos fueron dejados afuera en el frío.

Abrazó a su hijo elegido, Israel;

recordó y apiló sobre la misericordia, los apiló alto.

Es exactamente lo que prometió,

Comenzando con Abraham y hasta ahora.

María se quedó con Elizabeth durante tres meses y luego volvió a su propia casa.”

“Evangelio de Lucas 1:39-56”

Créele a Dios y cree por tu milagro. Para los hombres y para la ciencia es imposible… MÁS PARA DIOS NADA ES IMPOSIBLE.

Bendiciones a Tod@s.

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