Por: GILBERTO GONZÁLEZ HERNÁNDEZ.

Te compartiré brevemente con las mismas palabras que conmovieron el corazón de María y José.

Ellos vinieron gozosos al templo para presentar a su bebé delante de Dios.

Un hombre de Dios llamado Simeon estaba ahí… Este hombre piadoso oyó la voz del Espíritu Santo decir; “HOY CONOCERÁS AL MESÍAS, VE AL TEMPLO, POR QUE CON TUS PROPIOS OJOS LO VERÁS”

“Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu siervo muera en paz. Porque ya he visto la salvación que has comenzado a realizar a la vista de todos los pueblos, la luz que alumbrará a las naciones y que será la gloria de tu pueblo Israel.” S. Lucas‬ ‭2‬:‭29‬-‭32‬

“Entonces Simeón les dio su bendición, y le dijo a María, la madre de Jesús: —Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán, a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti… “como una espada que atraviese tu propia alma.” S. Lucas‬ ‭2‬:‭34‬-‭35‬.

“La espada en su corazón, esa es la sensación.”

No es el dolor en el pecho que te quita la respiración. No de una espada de hierro, sino una espada suave que traes clavada y es mucho más profunda. Un peso detrás de la voz del ángel. Una nitidez bajo la promesa. Una sensación que no dejaría sus costillas solas.

Sus labios se habían separado. Su aliento había cogido. Pero su corazón… Su corazón hizo algo extraño. El corazón de María se preparó y todo lo guardó, porque la palabra de Dios nunca es suave cuando entra en un alma. Se corta. Divide. Crea un nuevo comienzo. Y María sabía esto.

Ella dijo que sí de todos modos.

“Y la espada se deslizó.”

El tiempo vuela, como la neblina que aparece y después se desvanece. Como la flor que hoy es preciosa, pero apenas pasan unos días, se marchita, se seca y muere. ¡Así de breve es la vida! María lo sabía, José lo sabía, no perdieron su tiempo y le dieron todo el amor y toda la sabiduría. Le enseñaron el temor a Dios y le dieron ejemplo… ellos iban como de costumbre al templo y llevaban a su hijo, a los doce años se admiraban de como hablaba con escribas, sacerdotes y fariseos.

Su cántico nuevo, es un poema de amor, “he aquí la sierva de mi Señor, hágase conmigo conforme a tu voluntad oh Dios.” — ¡Que mujer, que entrega, que rendición! Ella Cantó porque creía. Pero la espada todavía estaba allí, tarareando debajo de la melodía.

“La espada no los rompió.” Pero nunca salió del corazón.

El tiempo sigue su paso, en algún momento se olvidarán de los pastores de Belén. De los regalos que los sabios trajeron del oriente. De su parienta Elizabeth que había testificado que su bebé fue lleno del Espíritu Santo cuando recibió su salutación. De los milagros a enfermos y leprosos. De la liberación a endemoniados. De sus enseñanzas llenas de gracia y de amor.

Se olvidarán las gentes de su Hijo que ahora cuelga de una cruz. Pero ella no ha olvidado la profecía… “una espada atravesará tu alma”. El momento había llegado.

.- ahí está ella, llorando desconsolada, viendo a su Hijo ensangrentado. La espada oprime su corazón.

La advertencia de Simeón se cumplió. María no volverá a ser la misma, su vida cambió. Como la historia del mundo, antes de Cristo y después de Cristo. Así es la muerte de un Hijo. No vuelves a ser el mismo.

Ya no te enamoras de lo terrenal, ahora tus ojos contemplan lo celestial y solo esperas eso, el momento de volverte a reencontrar.

Su hijo de Maria no quedó en una oscura tumba, al tercer día resucitó.

. – María trae la espada clavada, pero ahora ríe, canta, ¡vive! por que sabe que sabe, que la espada no le matará. “Solo le recordará, el amor puro y perfecto de su Salvador, del Hijo de Dios, del dador de la vida y del amor, de aquel que vino a su vientre y su vida revolucionó. DE AQUEL QUE LA MUERTE VENCIÓ y LA VIDA LE DEVOLVIÓ.” ¿Y tú lo sabes? Aunque en el mundo hay duelo y hay dolor, hay uno que es la vida y la resurrección. “Se llama Jesús el Hijo de Dios”.

“EL TIEMPO NO SANA LA HERIDA, SOLO JESÚS LO PUEDE HACER CON SU ESPÍRITU SANTO QUE ES EL CONSOLADOR” bendiciones a tod@s.

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