La Disciplina Más Difícil: Guardar Silencio Cuando Todo en Tí Quiere Hablar.
Por: GILBERTO GONZÁLEZ HERNÁNDEZ.
Tengo que confesarles algo: esto es probablemente lo más difícil que Dios me ha pedido hacer en mi vida pastoral. Guardar silencio cuando me malinterpretan. Guardar silencio cuando me critican injustamente. Guardar silencio cuando todo en mí quiere defenderme, explicarme, justificarme.
Pero José esposo de Maria, me ha enseñado algo poderoso: “tu verdadero carácter siempre se revela en medio de las crisis.”
Piénsalo: cuando llega una mala noticia a tu vida, un chisme, una calumnia, algo que hablaron mal de ti…¿cuál es tu primera reacción? Para la mayoría de nosotros (y me incluyo) es hablar. Explicar. Defendernos. Asegurarnos de que todos sepan «nuestra versión» de la historia.
«Ahora sí se echó a perder esto…» «Ahora sí no vamos a poder…» «Ya sabía yo que esto iba a pasar…» «Todo es culpa de…»
Y mientras hablamos, mientras reaccionamos, mientras nos defendemos, estamos cerrando el espacio donde Dios quiere hablarnos y Dios quiere obrar.
Escucha esta verdad que puede cambiar tu vida: El que calla a veces es más sabio que el que habla, “POR QUÉ, EL QUE EXPLICA SE COMPLICA”.
No estoy diciendo que nunca debes hablar. No estoy diciendo que debas dejar que todos te maltraten. “HAY QUE SER MANSOS, NO MENSOS”. Pero lo que estoy diciendo es que hay un tiempo para callar PRIMERO, para crear espacio para que Dios te hable, para que Él te dé la estrategia correcta, la respuesta correcta, la reacción correcta.
En nuestro mundo de «denúncialo en las redes”. “responde inmediatamente», de «defiéndete ahora», de «el que calla otorga», hemos perdido el arte bíblico del silencio estratégico. Y esto nos está costando victorias, nos está costando paz, nos está costando claridad divina. “NOS ESTÁ COSTANDO ANULAR LA VOZ DE DIOS”.
¿Sabes cuál es uno de los momentos más peligrosos en tu vida espiritual? Los primeros 30 minutos después de recibir una mala noticia. Porque en esos 30 minutos, lo que digas puede complicar lo que Dios quiere simplificar. Lo que hagas puede desordenar lo que Dios quiere ordenar.
José recibió la peor noticia posible para un hombre en su cultura: su prometida estaba embarazada de otro. Y la Biblia dice que «pensó» en divorciarse secretamente para protegerla. PENSÓ. No actuó inmediatamente. No habló impulsivamente. Pensó. Reflexionó. Meditó. Guardó silencio en su exterior mientras procesaba en su interior.
Y fue en ese silencio donde Dios pudo interrumpir sus pensamientos con una notificación del cielo.
Aplicación práctica para esta semana:
La próxima vez que recibas una mala noticia, haz esto:
Respira profundo tres veces antes de decir cualquier cosa
Sal físicamente del lugar si es posible (ve al baño, da una vuelta, cualquier cosa para crear espacio)
Pregúntale a Dios: «¿Qué quieres que yo sepa antes de reaccionar?»¿qué haría tu hijo Jesús?
Espera al menos 2 horas o si es necesario días y mantente en oración antes de tomar cualquier decisión importante o decir cualquier cosa definitiva.

No estás siendo débil. Estás siendo sabio. No estás siendo pasivo. Estás siendo estratégico. No estás «dejando que te ganen». ESTAS DEJANDO QUE DIOS PELEE POR TI.”
Aquí está les dejo un consejito: La próxima vez que alguien te diga algo que te ofenda, que te hiera, que te provoque, antes de responder pregúntate: «¿Esto requiere mi respuesta o requiere mi silencio y la intervención de Dios?»
BENDECIDO DÍA, BENDECIDA SEMANA Y BENDECIDO MES DE DICIEMBRE, ( todo el mes escribiré algo, solo pon ME GUSTA, ME ENCANTA, ME INTERESA. Muchas gracias a todos y muchas bendiciones a todos).
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