Por: GILBERTO GONZÁLEZ HERNÁNDEZ.

Confiar en Dios es la lección más difícil de aprender pero la más crucial.

Confiar en Dios es confiar en su tiempo. Confiar en Dios es confiar en su camino.

Vamos a fijar nuestros ojos en Jesús y recordemos que podemos confiar en él en todo momento.

“El mensaje es simple dice Dios: Mis caminos son misteriosos, pero también amables.”

El Alimenta al león con su presa.

Él sabe cuando el ciervo entra en trabajo de parto.

Enseña al halcón a volar al sur antes del invierno.

Nada en este mundo respira aparte de su cuidado. Cada latido del corazón en el bosque y cada pez debajo del hielo depende de la misma mano que lanzó Orión a través del cielo.

Entonces mi amigo, mi amiga, si Él gobierna criaturas con ese tipo de ternura, ¿no puede gobernar nuestro dolor con propósito? El misterio no es evidencia de crueldad. El misterio es la misericordia usando un velo.

Si estás caminando por la tristeza, la decepción, la preocupación o el estrés, la pregunta que llevas puede que nunca encuentres una respuesta terrenal. Pero hay algo mejor. Hay un Dios que gobierna tanto las galaxias como el dolor. Él gobierna la luz y la oscuridad. Alimenta al gorrión y ordena a la tormenta y a las tempestades parar.

Solo el Señor Jesucristo es capaz de cambiar tus signos de interrogación, por signos de admiración. Solo confía en El y sigue conectado a El, por que separados de Él, nada saldrá bien.

Bendecido día y bendecida semana.

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