Por: GILBERTO GONZÁLEZ HERNÁNDEZ.

Que fácil resulta perder el gozo y como consecuencia perder la paz de nuestros corazones… Entonces llega la tentación de andar de malas o ansiosos, o tristes y molestos o con una actitud mala.

Fue el apóstol Pablo que desde lo más profundo de las prisión animaba a los creyentes en Filipos a…— “Regocijarse siempre en el Señor. Lo diré de nuevo: ¡Alégrense!… No se inquieten por nada, sino que en todo, mediante oración y ruego con acción de gracias sean dadas a conocer sus peticiones a Dios.” (Filipenses 4:4-7)

A los de Tesalonica también los exhortaba a que…”Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias en toda situación; porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús. ”(1 Tesalonicenses 5:16-18. NVI)

La alegría no sólo aparece de la nada. Nace en el suelo de la gratitud. Cuando damos gracias, no sólo por las bendiciones obvias, sino incluso en medio de las dificultades, nuestros corazones están abiertos a un tipo de alegría más profundo y constante. Cobramos ánimo y nos fortalecemos para continuar hacia la bendiciones que el Señor nos tiene preparadas.

La gratitud cambia nuestro enfoque. En lugar de insistir en lo que falta, empezamos a ver lo que ha estado ahí todo el tiempo: las huellas dactilares de Dios en los detalles, su fidelidad en la espera, su presencia en el dolor. De esa conciencia nace alegría – no del tipo fugaz que depende de las circunstancias, sino del tipo duradero que brota de saber que Él es bueno sin importar qué.

La alegría y la gratitud son las dos caras de la misma moneda. No puedes aferrarte a uno sin el otro. Cuanto más practicamos la gratitud, más alegría comienza a resurgir, de nuestro interior hacia afuera, como digo regularmente a la iglesia “SI ALGUIEN ESTÁ ALEGRE, QUE SE LO DIGA A SU CARA”- no una alegría forzada, no falsa, sino formada por el ritmo constante de un corazón agradecido.

Salmo 16:11 — “Me das a conocer el camino de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; a tu diestra hay placeres para siempre. ”

“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando estén pasando por diversas pruebas. Bien saben que, cuando su fe es puesta a prueba, produce paciencia…Dichoso el que hace frente a la tentación; porque, pasada la prueba, se hace acreedor a la corona de vida, la cual Dios ha prometido dar a quienes lo aman.” (Santiago‬ ‭1‬:‭2‬-‭3‬, ‭12‬ ‭RVC‬‬)

Es mi oración que este día; el Señor abra nuestros ojos espirituales para ver la belleza que se esconde en cada momento, incluso en los difíciles.

Que su Espíritu Santo nos inspire a cultivar gratitud, cuando la vida se siente pesada, que nos haga sensibles a su amor, y a buscar su bondad cuando los ojos se sientan nublados por el dolor. Pidamos que llene nuestro corazón de alegría y que nos haga ver, que no depende de lo que tengo, sino de quién camina con nosotros y que Él está con nosotros siempre.

“No adores desde tu situación, adora desde tu posición y tu asignación. El gozo del Señor te fortalece y llama las cosas que no son, como si fuesen.”

Bendecido fin de semana y sea un muy bendecido viernes para todos.

FACEBOOK: Gilberto González Hernández.

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