Por: GILBERTO GONZÁLEZ HERNÁNDEZ.

Siempre estuvo pendiente de los suyos y los amo hasta el fin, como les ama ustedes y nos ama a nosotros.

Todavía al final de sus días cuando iba a dejar este mundo nos dejó la promesa de su Espíritu Santo para que no quedáramos huérfanos o llegásemos a sentir el sentido de orfandad.

“…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo…” Mateo‬ ‭28‬:‭20‬ ‭

Esta es sin duda una de las promesas más reconfortante de toda la escritura. Porque TODOS los días incluye TODOS los días. Inclusive aquellos que parecen no estar dentro de ese TODOS.

Me refiero a esos días en que Dios decide distanciarse de mis emociones no importándole al parecer el cómo me siento ante lo que enfrento.

Esos días quieres orar. Así que te propones separar el tiempo para descubrir con frustración que gran parte de ti mismo no parece acompañarte en la oración. Tus pensamientos divagan y tu mente está enfocada en problemas no resueltos.

Así que todo el tiempo transcurre en una especie de pelea contigo mismo que termina en decepción por no haber podido orar con pasión, con fe como querías, y viene un sentido de culpa por no haberlo logrado.

Si existe algo espiritualmente decepcionante, es la sensación de que fuiste derrotado por ti mismo en una sesión de lo que debió ser una enriquecedora experiencia de oración. Es algo así como sentirse huérfano. Desamparado o cuando llegamos a decir, que sentimos que las oraciones no llegaron ni al techo.

Pero te diré algo que sabes…”sentirlo y serlo no es lo mismo”. Y es allí dónde confiar en Dios y creerle a Dios sustituye el sólo creer en Dios. ¿Necesitas sentir y convencerte a ti mismo que no eres huérfano para poder creer que no lo eres?.

Tú necesitas sentir que no eres huérfano y Dios quiere que demuestres que no lo eres creyendo lo que Él dijo en el momento en que no parece ser cierto lo que dijo.

Cuando te aseguró TODOS los días, créeme… incluyó TODOS los días. Aún este día que la batalla arrecia y las imposibilidades te sacuden. Confía que esta contigo y tu batalla no es tu batalla, es del Señor la batalla y el pelea por ti.

Spoiler de tu película; TU VICTORIA ESTÁ ASEGURADA. ¿Por qué? POR QUÉ EL ESTÁ CONTIGO TODOS LOS DÍAS. Y HOY PUEDE SER ESE DÍA.

Deja un comentario

Tendencias