Por: GILBERTO GONZÁLEZ HERNÁNDEZ.

La mayoría de creyentes siempre le estamos pidiendo a Dios. Como digo a mis hermanos; al fin y al cabo somos ovejas. “Entonces actuamos como ovejas” ayudameeee, sanameeeee, suplemeeee. Contestameeee. Restaurameeee. Cuidameeeeee. ¡RESPONDEMEEEEEE!

“Gracias a Dios que El no contesta todo lo que le pedimos. Pero siempre nos da, todo lo que necesitamos”.

Siempre debes estar dispuesto a cambios, cuando Dios responda a muchas de tus peticiones.

Dios no tiene compromiso con contestar ninguna oración que esté por debajo de lo que Él quiere dar, o contradiga su propósito.

Eso incluye la determinación de preparte primero en forma decisiva, para que puedas administrar con efectividad y responsabilidad la repuesta que dará a tu oración.

“La respuesta de Dios a muchas de nuestras oraciones no es un NO. Más bien somos matriculados en la Escuela de formación del Espíritu Santo quien nos equipará para manejar efectivamente las consecuencias de la respuesta”.

No manejas bien el perdonar a un ofensor, pero le ruegas a Dios un ministerio que te levantará 100 ofensores. Suplicas a Dios la prosperidad de tu empresa cuando tienes serios problemas en administrar eficientemente lo poco que tienes.

El Señor nos ama demasiado como para concedernos antes de tiempo lo que nos puede destruir.

Nuestra inmadurez, fracturas en el carácter, manejo del temperamento, ausencia de juicio en la organización de prioridades, actitud reactiva, contaminación de las intenciones y más y más, pueden ser más peligrosos que satanás en la respuesta de nuestros sueños.

LO QUE PIDO NO ES EL PROBLEMA. NO SABER LAS CONSECUENCIAS DE LO QUE PIDO ESE MUCHAS VECES ES EL PROBLEMA.

Siempre debes estar dispuesto a cambios, cuando Dios responda a muchas de tus peticiones…SI ES ASÍ; ENTONCES PIDE TODO LO QUE QUIERAS, QUE DIOS TE LO CONCEDERÁ.

Bendecido día para todos