Por: GILBERTO GONZÁLEZ HERNÁNDEZ.

“La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente y sabia, es un regalo del Señor.” (Proverbios 19:14.)

Hoy valoro, aprecio y honro el precioso regalo que me confió mi Señor hace 36 años.

“El éxito de un matrimonio no es casarse, el éxito de un matrimonio, es permanecer enamorados y felizmente casados para toda la vida.”

No es quien te casa, ni tampoco donde te casas lo más importante, es con quien te casas, lo que determinará el éxito de un matrimonio, “hasta que la muerte los separe”.

Hermosa herencia me confió el Señor. Nos casamos felices hace 36 años. Pero solo la gracia y presencia de Dios en nuestro matrimonio, ha hecho que permanezcamos felices y muy bendecidos hasta ahora.

Nuestros hijos y sus esposas son nuestra carta de presentación y del testimonio fiel, de que … “el matrimonio es lo más maravilloso que existe y es un pedacito del cielo aquí en la tierra.”

El nido vacío está lleno de amor. De un amor maduro, de un amor diario, de un amor hablado y expresado.

Llegaron los 36 años de casados, y parece que fue ayer. Me siguen enamorando tu belleza interna y externa, tu elegancia, tu sonrisa, tu mirada, tus atenciones y tu precioso y noble corazón. Y me sigo asombrando cada día al descubrir nuevas formas del diamante que hizo Dios y sigue puliendo con tu vida.

“Te amo preciosa más que ayer y con cada célula de mi ser y con todo mi corazón”.

Lo mejor de nuestra historia todavía no está escrita. Sueño con lo que viene, lo mejor está por suceder. Como los buenos vinos, nuestro buen Dios ha reservado lo mejor para lo último.

Solo han sido su gracia y sus bondades de nuestro buen Padre celestial, ha sido el amor de Dios que se

derrama día a día sobre nuestras vidas.

“HOY TODA LA GLORIA Y HONRA SEA SIEMPRE PARA NUESTRO PRECIOSO Y AMADO SEÑOR JESUCRISTO”…El estuvo presente en nuestra boda y en nuestro pacto de amor, en el altar.

Y hoy sigue y seguirá siendo el centro de nuestra unión. Hasta hacernos viejitos juntitos y hasta que la muerte nos separe.