Por: RAFAEL MORENO.

El fracaso de los Rayados del Monterrey llegó a su clímax en la Leagues Cup. La eliminación temprana de La Pandilla precipitó notablemente la estructura del equipo y provocó un sisma en FEMSA. La empresa dueña del club, llegó a la conclusión de que se necesitaba darle un nuevo rumbo a la institución y la salida de Fernando Ortiz de la dirección técnica, resultaba imperante.

El Tano tropezó constantemente con la misma piedra. El talón de Aquiles del argentino eran las semifinales, además mostraba poca flexibilidad táctica para modificar la estrategia sobre la marcha y recomponer el funcionamiento del equipo.

Ortiz fue una apuesta errónea de José Antonio Noriega, Director Deportivo del Monterrey. El Tato no ha dado con la tecla para encontrar al entrenador capaz de potenciar a la plantilla más cara de la Liga MX, echó a Víctor Manuel Vucetich, el técnico más exitoso en la historia de la entidad para dar paso a la atormentada era de Fernando Ortiz.

En esta obsesión por tener un jugador del perfil de André-Pierre Gignac, los Rayados buscaron los servicios de Sergio Canales, volante del Real Betis Balompié, un futbolista claramente talentoso, pero que despierta dudas en su rendimiento. Ante la insistencia de José Antonio Noriega, Vucetich, en su día desestimó esta contratación por considerarlo lento de acuerdo al ritmo y la intensidad con la que juega esta plantilla. El tiempo ha dado la razón al Rey Midas, el español no ha dado la talla y se le sigue esperando en el Gigante de Acero.

Desde el Apertura 2019, el Monterrey no toca la gloria del futbol mexicano, cuando venció al América.

Han pasado cuatro entrenadores desde que Antonio Mohamed hizo campeón al conjunto regio, en estos momentos la dirigencia busca cerrar al nuevo técnico. Eduardo Coudet y Eduardo Berizzo son los señalados a ocupar ese banquillo. El Chacho, ya dirigió en México y tuvo un desafortunado paso por los Xolos de Tijuana, mientras que,Berizzo, dirigió a las selecciones de Chile y Paraguay sin éxito, así que ambas posibilidades no son ilusionantes en cuanto a resultados se refiere.

Debe ser muy duro ser aficionado de los Rayados del Monterrey en esta época, no solo por la inoperancia del equipo en lo institucional y lo deportivo, sino también por tener el infortunio de atestiguar en primera persona como su vecino y odiado rival, los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, son un equipo protagonista que cada semestre pelean por la vanguardia de nuestra liga y cada vez alargan más la brecha en relación a los títulos.

Quizás sea esta la última carta de Tato Noriega en la dirección deportiva, debe atinar en la elección del próximo técnico, una tarea complicada porque no basta con ganar, hay que competir con América y Tigres, recuperar los blasones perdidos y convencer a una fiel, noble , exigente y lastimada afición rayada.

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