Por: José Luis Camacho Acevedo.
Luisa María Alcalde Luján, hija de la gran luchadora social Bertha Luján, ha decidido asumir el reto de postularse como aspirante a dirigir MORENA, el partido que fundó Andrés Manuel López Obrador, y que tiene como perspectiva inmediata el rehacer sus estructuras para seguir manteniéndose como la fuerza política más fuerte del país y a la que se le augura, ante la debilidad manifiesta de sus opositores, una larga estancia en esa condición de poder.
De inmediato se produjeron importantes respaldos para la todavía secretaria de Gobernación:
“Un día después de que levantara la mano Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, recibió dos respaldos clave para ser la próxima presidenta de Morena; una vez que Mario Delgado finalice su mandato el 31 de octubre próximo. La próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, respaldó a la secretaria de Estado, pues dijo que “tiene la mejor de las opiniones” de ella, pero especificó que serán los militantes de Morena quienes elijan a su próxima dirigente.”
A ello se sumó el de la consiste política Citlalli Hernández.
Por otra parte, una mujer que goza de un especial afecto y reconocimiento de la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, es la empresaria Altagracia Gómez Sierra, quien, sin duda, será una pieza clave para el pleno desarrollo de la secretaría de Economía que encabezará Marcelo Ebrard, al ser designada como coordinadora del Consejo Asesor Empresarial.
Altagracia Gómez es una empresaria que también conoce el ámbito político desde sus entrañas. Es hija del ex senador y también empresario jalisciense Raymundo Flores, a quien la ahora Asesora Empresarial de Claudia Sheinbaum, acompañó desde muy joven a su padre en sus tareas de senador.
En el caso de Luisa María Alcalde Luján será muy difícil que surja otro perfil que supere a la mencionada política. Por ello son muy altas sus posibilidades de que Luisa María sea la nueva dirigente de MORENA.
No cabe duda que estamos viviendo un real empoderamiento de las mujeres, tanto en el ámbito empresarial como en el político.





